Lo que para muchos deportistas es una forma de vida, para los nuevos corredores, el salir a correr o “running” como lo podemos llegar a conocer a día de hoy, se ha convertido en una moda.

“El sufrimiento es pasajero, la gloria es eterna” o “si quieres puedes” son frases que encontramos a día de hoy de forma muy perjudicial en cualquier red social asociada con el establecimiento de metas asociado con la carrera. Debemos entender el “running” como algo saludable.

Como señala la OMS (Organización Mundial de la Salud) en su definición de salud, esta sería el estado de bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedades, por lo que debemos entender la carrera como algo que nos va a aportar aspectos muy positivos si lo entendemos como algo saludable y no banalizamos lo que puede llegar a hacer el ser humano.

En los últimos años, el número de adictos al “running” ha aumentado considerablemente. Esta afirmación la podríamos sustentar con datos que señalan que, uno de cada diez españoles corre habitualmente el doble que hace 5 años, que en España se celebran más de 3.500 carreras populares al año o que la industria del “running” genera más de 300 millones al año lo que equivale a un gasto medio de 700 euros anuales por “runner”.

Muchos son los objetivos que tienen los corredores para algo tan sencillo como es ponerte unas zapatillas y correr en la calle. Algunos de ellos tratan de paliar el aburrimiento del día a día o eliminar el estrés laboral, otros buscan olvidar problemas personales o familiares e incluso demostrar que pueden correr al igual que muchos compañeros de trabajo que lo hacen por el mero hecho de sentirse bien consigo mismo y ahí es donde debemos motivar a los corredores para que valoren que el objetivo número uno es correr para estar sano.

Ivan Raña, Campeón del Mundo y Doble Campeón de Europa de Triatlón comentaba que, en muchas ocasiones y tras finalizar numerosos Ironman llegaba a meta con pérdida de visión, tiritera, deshidratación y otros síntomas de malestar general. Esto nos puede hacer interrogarnos que, si un atleta de alto rendimiento que dedica la mayor parte de su día a día a preparar este tipo de pruebas tiene esos síntomas, no nos podemos llegar a imaginar los que puede tener una persona que no está preparada y de ahí la importancia de la planificación del entrenamiento derivando esa atención hacia un profesional de la actividad física y es ahí dónde, querido lector, te voy a dar una serie de recomendaciones para iniciarte en el mundo del “running”:

  1. Establecimiento de metas y objetivos realistas: Metas muy sencillas, salir a entrenar dos o tres veces a la semana. Debes comprometerte con lo que quieres hacer y progresivamente caminar y correr para ganar y alcanzar esa motivación que te haga llegar a los objetivos propuestos.
  2. Progresión y constancia: Atender al principio de progresión de entrenamiento es de vital importancia. Empieza con los conocidos “CaCos” alternando series Caminando y Corriendo llegando a un objetivo final de correr 30 minutos continuos. No tengas prisa de llegar hasta ahí y disfruta del camino.
  3. Trabajar la fuerza y técnica de carrera: Incluye ejercicios de técnica de carrera antes de tus sesiones o como parte del calentamiento de las mismas además de trabajar varias sesiones semanales de trabajo específico de “CORE” para mejorar la postura y aumentar tu rendimiento además del entrenamiento específico de la fuerza de brazos y piernas de los músculos implicados en la actividad.
  4. Zapatillas y ropa cómoda: Utiliza zapatillas adecuadas para evitar lesiones como la fascitis plantar que te haga estar parado mucho tiempo. Para ello, en numerosos lugares, podrás realizar un estudio de tu pisada para elegir la zapatilla que mejor se adapte a ti además de utilizar ropa que transpire para evitar la deshidratación y propiciar la comodidad en la carrera.
  5. Motivación: Prepárate una lista de música que te guste al salir a correr, comparte esa carrera con tus amigos o con tu entorno. Busca esas pequeñas cosas que te motiven y faciliten que salgas a correr sin pensártelo dos veces.

Respeta estas cinco recomendaciones y aboga por el sentido común, conoce tu nivel de condición física y lo que puedes alcanzar en cada momento. Cada persona necesita un tiempo de adaptación ante los diferentes estímulos que nos plantean las actividades físicas que realizamos día a día y no debemos ir demasiado deprisa para alcanzar esa adaptación lo antes posible sino  que debemos tratar de disfrutar del proceso.

Corre pero corre con cabeza ¡!

 

Guillermo Cantó

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

 

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